Santísima Virgen de la Divina Providencia

Su Festividad: 12 de Noviembre
La devoción a la Virgen de la Divina Providencia se origina en el siglo XIII en Italia, de donde llegó poco tiempo después a España, en donde se construyó un santuario en Tarragona, Cataluña.
La imagen original venerada por los Siervos de María y otras órdenes religiosas italianas, es un hermoso óleo en el que aparece la Virgen con el Divino Niño dormido plácidamente en sus brazos. Se cuenta que el título "de la Divina Providencia", se debe a San Felipe Benicio, quinto superior de los Siervos de María, quien al invocar la protección de la Virgen un día en que sus frailes no tenían nada que comer, encontró a la puerta del convento dos cestas repletas de alimentos sin que se pudiese conocer su procedencia.

La imagen mandada a hacer por Don Gil Esteve fue tallada en Barcelona según el gusto de la época. Es una hermosa imagen sentada, "de ropaje, (es decir, hecha para ser vestida), y estuvo expuesta al culto en la catedral durante 67 años, hasta que en 1920 fue sustituida por otra magnífica talla, toda de madera, que es la imagen de Nuestra Señora de la Divina Providencia más familiar y conocida por las comunidades puertorriqueñas.

María se inclina sobre el Niño, que en total actitud de confianza duerme plácidamente en su regazo. Las manos de la Virgen se unen en oración mientras sostiene suavemente la mano izquierda del Divino Infante. El conjunto sugiere ternura, abandono, devoción y paz.

La imagen quemada fue enviada a España para ser restaurada. Actualmente espera la construcción del proyectado gran santuario nacional para ser allí colocada.

PEQUEÑO ROSARIO DE LA VIRGEN DE LA DIVINA PROVIDENCIA

Este pequeño Rosario, a semejanza del Rosario de la Ssma. Virgen, está dividido en 5 partes. En lugar del Padre Nuestro al empezar cada parte se dice:

Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros.
Corazón de María, ruega por nosotros.
Glorioso San José, ruega por nosotros.
Seráfica Santa Teresa, ruega por nosotros.
San Cayetano, ruega por nosotros.
San Benito Cottolengo, ruega por nosotros.
San Luis Guanella, ruega por nosotros.

En lugar del Ave María, en cada una de las 5 partes, se dice:

Santísima providencia de Dios, socorrenos.

Terminada la recitación del pequeño Rosario, se rezarán tres Ave María a la Ssma. Virgen de la Providencia, añadiendoles la siguiente jaculatoria: "Miranos, María, con tus ojos de piedad. Socórrenos, Reina, con tu ardiente caridad".

Luego, se dirá: Padre, Hijo, Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Jesús, María, ángeles, santos y santas del Paraíso, les pedimos esta gracia por la sangre preciosa de Jesucristo. Gloria al Padre.

Y se incluye: "Eterno Padre, socórrenos; Hijo de Dios, provéenos; Espíritu Santo, inspíranos, habla por nosotros Corazón de Cristo abierto, Fuente de piedad, verdadero Tabernáculo de la Santísima Trinidad, a ti nos presentamos con granfe; concédenos, por piedad, la gracia que te pedimos".
Gloria al Padre...

Se terminará luego con el rezo de un Ángel de Dios al Arcangel San Gabriel y de tres Gloria en honor de San José y tres Requiem para los fieles difuntos.

ORACIÓN

Oh Madre de Misericoedia, ayuda de los
cristianos, ecónoma fidelísima de la Divina
Providencia, tesorera de todas la gracias,
acordaos que jamás se ha oído decir que
hayas dejado sin consuelo a los que
con devoción acudieron a Ti.
Confiado yo en Tu piedad y en Tu
generosísima providencia, me postro
humildemente a tu pies, rogando
escuches mis oraciones.
Consígueme Tu la santa providencia
a saber: Las gracias en todas mis
necesidades espirituales y temporales.
Encomiendo con fervor a Tu corazón
cariñoso y maternal, la Santa Iglesia,
el Sumo Pontíficie, la converción de los
pecadores. la propagación de la fe Católica.
Te ruego también por las almas que están
en el purgatorio, para que sean pronto
consoladas con el eterno refrigero. Amén.