Jesús Misericordioso

"Di a la humanidad angustiada que se refugie en mi Corazón Misericordioso y yo lo llenaré de paz. La humanidad no encontrará paz hasta que se vuelva con confianza a mi Misericordia".

Santa Faustina Kowalska de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Madre de Dios en Polonia describe en su diario lo siguiente: "Al anochecer estando yo en mi celda ví al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y el otro pálido. Después de un momento Jesús me dijo: Pinta una Imagen según el modelo que ves, y firma Jesús, en Ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada, primero en vuestra Capilla, y después en el mundo entero. Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá, y ya aquí en la tierra la victoria sobre los enemigos y sobre todo en la hora de la muerte. Yo mismo los defenderé como mi propia gloria. Ofrezco a los hombres el vaso con el que han de venir a recoger las gracias a la fuente de la Misericordia: este recipiente es esta imagen. Esto sucederá el 22 de febrero de 1931" (Diario 47)

La Fiesta de la Misericordia

Jesús reveló a Santa Faustina su deseo de una fiesta especial.

"Quiero que esta imagen se bendiga solemnemente el domingo siguiente a la Pascua de Resurrección, ese día será la Fiesta de Mi Misericordia, refugio y amparo para todas las almas, en especial para los pobres pecadores (...) El alma que ese día se confiese y comulgue obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En este día abro todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados fueran como escarlatas. El milagro de la Divina Misericordia restaura a esa alma en toda su plenitud" (Diario 49 - 699 - 1448).

Jesús urgía a Santa Faustina respecto al Sacramento de La Reconciliación: "escribe, habla de mí Misericordia. Dí a la almas donde deben buscar el consuelo en el tribunal de la Misericordia, donde se realizan y se repiten incesantemente los más grandes milagros. Hija, cuando vayas a la Confesión, a esta fuente de mí Misericordia, la Sangre y el Agua, que brotaron de mi Corazón, se derrama sobre su alma y la ennoblece".


La Hora de la Misericordia (tres de la tarde)

"Cuántas veces oigas el reloj dando las tres de la tarde, sumérgete totalmente en Mi Misericordia, adorándola y glorificándola; suplica su omnipotencia para el mundo entero y especialmente para lo pobres pecadores, ya que en ese momento se abrió de par en par para cada alma... En esa hora se estableció la gracia para el mundo entero: la misericordia triunfó sobre la justicia. En esa hora procura rezar el Vía Crucis, en cuanto te lo permitan lo deberes; y si no puedes rezar el Vía Crucis, por lo menos entra un momento a la Capilla y adora en el Santísimo Sacramento de Mi Corazón que está lleno de Misericordia. Y si no puedes entrar a la Capilla, sumérgete en oración allí donde estés, aunque sea por un brevísimo instante. Exijo el culto a Mi Misericordia de cada criatura, pero primero de ti, ya que te he mostrado a conocer este misterio de modo más profundo" (Diario 1572). "En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión" (Diario 1320).


Oraciones para rezar a las tres de la tarde:

"Expiraste, Jesús pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas, y el océano de Tú Misericordia inundo todo el mundo. Oh, fuente de vida, insoldable Misericordia Divina, ajena el mundo entero derramando sobre nosotros hasta Tu última gota". (Diario 1319)

"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, manantial de Misericordia para nosotros, en Ti confío".

O bien se puede rezar la Coronilla o el Vía Crucis.

Coronilla a al Divina Misericordia

"A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mi voluntad" (Diario 1731), la rezarás durante 9 días con un rosario común; primero rezarás una vez el Padrenuestro, el Ave María y el Credo, después, en la cuentas correspondientes al Padrenuestro, dirás las siguientes palabras: 'Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad, de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero'; en la cuentas del Ave María, dirás la siguientes palabras: 'Por su dolorosa Pasión, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero'. Para terminar, dirás 3 veces estas palabras: 'Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten Piedad de nosotros y del mundo entero' " (Diario 476). "Hasta el pecador más empedernido, si reza esta Coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi Misericordia infinita" (Diario 687). "Cuando se reza delante de un agonizante, la insondable Misericordia envuelve al alma". (Diario 811)